Melanoma, Cáncer de piel

melanoma

Melanoma es el tipo de cáncer a la piel más peligroso y es la causa principal de muerte por enfermedades de la piel. Melanoma llamado también tumor melánico o pigmentado, este aparece cuando las células llamadas melanocitos se convierten en malignas.

Estas células elaboran un pigmento llamado melanina, responsable del color de la piel, del pelo y del iris de los ojos. El melanoma puede ocurrir en cualquier parte de la piel pero estos son más propensos a comenzar en ciertas áreas, por ejemplo en el tronco o en las extremidades, también pueden aparecer en otras superficies del cuerpo como la mucosa de la boca, del recto o de la vagina, o la capa coroides del interior de nuestros ojos. El sitio más común en los hombres es en el torso (pecho y espalda). En las mujeres, las piernas son la parte donde se presentan con más frecuencia. El cuello y el rostro son otros sitios comunes.

Cuando el melanoma comienza en la piel, la enfermedad se denomina melanoma cutáneo. El melanoma puede aparecer en la piel normal, o puede originarse como un lunar o alguna otra área que haya cambiado de aspecto. Algunos lunares presentes al momento de nacer pueden convertirse en melanoma.

Tipos de melanoma:

  • Melanoma de extensión superficial: es el tipo más común. Generalmente es plano e irregular en forma y color, con sombras variables de negro y marrón; es más común en personas de raza blanca.
  • Melanoma nodular: generalmente empieza como un área elevada de color azul-negruzco oscuro o rojo-azulado, aunque algunos no tienen ningún color.
  • Melanoma lentigo maligno: aparece en las personas de edad avanzada. Ocurre más comúnmente en la piel dañada por el sol en la cara, el cuello y los brazos. Las áreas de piel anormal generalmente son grandes, planas y de color marrón con áreas de color café.
  • Melanoma lentiginoso acral: es la forma menos común de melanoma. Generalmente ocurre en las palmas de las manos, las plantas de los pies o por debajo de las uñas y es más común en las personas de raza negra.

Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos producen más melanina como defensa contra la acción de los rayos ultravioleta (UV). Los lunares o pecas aparecen cuando los melanocitos crecen en grupo.

Las metástasis se inician cuando un grupo pequeño de células del tumor primitivo es transportado a otra zona y se detiene en un órgano donde crece y produce un tumor semejante al original. Para despejar las posibles dudas sobre la naturaleza maligna del tumor se utiliza la biopsia, que consiste en la extracción de una muestra del tejido tumoral para analizarlo. De esta manera se puede confirmar el diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado.

SÍNTOMAS

Puede tener la apariencia de un lunar que se abulta y crece en la piel.

  • Puede presentar abultamiento en la zona afectada.Coloración en la piel que aparece de pronto. Esta coloración puede ser azul, negra o rojiza.
  • La asimetría en un lunar, el cual se parte en dos imaginariamente y no luce igual en ambos lados.
  • Bordes poco definidos en un lunar.
  • Cambios de color en un lunar, el cual puede lucir azul, rojo, blanco, rosado, violeta o gris.
  • Si un lunar sangra, crece rápido o hace costra en la piel.
  • Estas  pigmentaciones que aparecen en la piel pueden estar en lugares poco visibles como el cuero cabelludo, entre los dedos del pie o debajo de la uña.

FACTORES DE RIESGO

  • Exposición a la luz ultravioleta (UV)

La radiación ultravioleta (UV) es el factor de riesgo principal para la mayoría de los melanomas. La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. Las lámparas y camas bronceadoras también son fuentes de radiación ultravioleta. Las personas que se exponen mucho a la luz procedente de estas fuentes tienen un mayor riesgo de cáncer de piel, incluyendo el melanoma.
Tanto los rayos UVA como los UVB dañan la piel y causan cáncer de piel. Los rayos UVB son causantes más potentes de al menos ciertos cánceres de piel, pero hasta donde se sabe, ningún rayo UV es seguro.
El grado de exposición a la luz ultravioleta que una persona recibe depende de la intensidad de los rayos, del tiempo que la piel ha estado expuesta y de si ésta ha estado protegida con ropa o bloqueador solar.

  • Lunares

Un nevo (el nombre médico del lunar) es un tumor pigmentado benigno (no canceroso). Por lo general, los lunares no están presentes al nacer, sino que empiezan a aparecer en la infancia y cuando las personas llegan a ser adultos jóvenes. La mayoría de los lunares nunca causará ningún problema, aunque una persona que tiene muchos lunares es más propensa a padecer melanoma.

Nevos displásicos: los nevos displásicos, también llamados nevos atípicos, suelen parecerse ligeramente a los lunares normales, pero también, a menudo, se asemejan algo a los melanomas. Éstos suelen ser más grandes que otros lunares, y presentan una forma o color anormal. Los lunares pueden aparecer en la piel expuesta a la luz solar, así como en la piel que por lo general está cubierta, tales como en los glúteos y el cuero cabelludo.
Un pequeño número de lunares displásicos pueden convertirse en melanomas. Sin embargo, la mayoría de los lunares displásicos nunca se vuelven cancerosos, y muchos melanomas parecen originarse sin un lunar displásico pre-existente.

El riesgo de melanoma en el transcurso pudiera ser mayor de 10% para las personas con muchos lunares displásicos (algunas veces se les llama síndrome del nevo displásico). Con frecuencia, los nevos displásicos son hereditarios. Quien tenga muchos nevos displásicos y varios familiares cercanos con melanoma tiene un riesgo muy elevado de padecer melanoma en el transcurso de su vida.

Las personas con esta afección deben someterse a exámenes muy minuciosos y regulares de la piel con un dermatólogo (un médico especialista en problemas de la piel). En algunos casos, se toman fotografías de cuerpo entero que ayudan al médico a reconocer cuáles lunares están cambiando y creciendo. Muchos médicos recomiendan que también se debe enseñar a los pacientes a practicar cada mes autoexámenes de la piel.

Nevos melanocíticos congénitos: los lunares que están presentes en el momento de nacer se llaman nevos melanocíticos congénitos. El riesgo de un melanoma en el transcurso de la vida, pudiera ser de alrededor de 0 a 10% para las personas con nevos melanocíticos congénitos. Sin embargo, este riesgo se ve afectado por el tamaño del nevo. Las personas con nevos congénitos muy grandes tienen un mayor riesgo, mientras que este riesgo es menor para las que tienen nevos pequeños.

Por ejemplo, el riesgo de melanoma en nevos congénitos más pequeños que la palma de su mano es muy bajo, mientras que los que cubren porciones más grandes de la espalda y los glúteos (“nevo en calzón de baño”) tienen riesgos significativamente más elevados.

Los nevos congénitos a veces son extirpados quirúrgicamente para que no tengan la oportunidad de convertirse en cancerosos. La recomendación del médico de extirpar o no un nevo congénito depende de varios factores que incluyen tamaño, ubicación y color del nevo. Muchos médicos recomiendan que los nevos congénitos que no son extirpados deben ser examinados cada cierto tiempo por un dermatólogo y se debe enseñar al paciente cómo practicar autoexámenes mensuales de la piel.

De nuevo, la probabilidad de que un lunar en particular se convierta en cáncer es muy baja. No obstante, cualquier persona con muchos lunares irregulares o que tenga lunares grandes tiene un mayor riesgo de desarrollar melanoma.

  • Piel muy blanca, pecas y cabello claro

El riesgo de padecer melanoma es más de diez veces mayor en las personas de raza blanca que en las de raza negra. Las personas de raza blanca con cabello rubio o pelirrojo que tienen ojos azules o verdes, o de piel muy blanca, que se queman o se llenan de pecas con facilidad, están bajo un mayor riesgo.

  • Antecedente familiar de melanoma

Su riesgo de padecer un melanoma es mayor si uno o varios de sus familiares de primer grado (madre, padre, hermano/a, hijo/a) han tenido melanoma. Aproximadamente 10% de todas las personas con melanoma tienen antecedentes familiares de esta enfermedad.

El aumento en el riesgo pudiera deberse a que compartieron un estilo de vida de exposición frecuente al sol en la familia, una familia de piel muy blanca o una combinación de factores. También puede deberse a cambios genéticos (mutaciones) en una familia. Las mutaciones genéticas han sido encontradas en aproximadamente 10% a 40% de las familias con una tasa elevada de melanoma.

La mayoría de los expertos no recomienda que las personas con un historial familiar de melanoma se sometan a pruebas genéticas para identificar mutaciones, ya que aún no está claro cuán útil esto podría ser. Más bien, los expertos recomiendan que estas personas hagan lo siguiente:

  • Exámenes de la piel por un dermatólogo periódicamente.
  • Examen minucioso de su piel una vez al mes.
  • Ser particularmente cuidadoso en cuanto a la protección solar y evitar los rayos ultravioleta artificiales (tal como los rayos que provienen de las cabinas bronceadoras).
  • Antecedente personal de melanoma

Una persona que ha padecido de melanoma tiene un mayor riesgo de padecer melanoma nuevamente. Alrededor del 5% de las personas con melanoma padecerán un segundo melanoma en algún momento de sus vidas.

  • Inmunosupresión

Las personas que han sido tratadas con medicamentos que suprimen significativamente el sistema inmunológico, tales como los pacientes de trasplantes de órganos, tienen un riesgo aumentado de melanoma.

  • Edad

Aunque el melanoma es más probable que se presente en personas de más edad, éste es un cáncer que también se detecta en personas más jóvenes. De hecho, el melanoma es uno de los cánceres más comunes en las personas que tienen menos de 30 años de edad (especialmente en mujeres jóvenes). El melanoma que tiende a darse entre las personas de una misma familia puede presentarse a una edad más temprana.

DIAGNÓSTICO

melanoma-diagnosticoCuando se sospecha la presencia de un melanoma, se realiza una biopsia (extracción de una muestra de tejido y examen al microscopio).
El sistema ABCD es también una guía útil para identificar manchas en la piel que deberían ser consultadas por el médico:

  • Asimetría: Las lesiones de melanoma suelen ser de forma irregular (asimétrica); los lunares benignos -no cancerosos- suelen ser redondeados (simétricos).
  • Borde: Estas afecciones tienen a menudo bordes desiguales o irregulares (mellados o con muescas); los lunares benignos tienen bordes lisos.
  • Color: Las lesiones presentan muchas sombras de marrón o negro; en los lunares benignos se aprecia una única mancha marrón. D. Diámetro: Normalmente tienen más de 6 milímetros de diámetro. Los lunares que no son peligrosos suelen medir menos.

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